Opinión:
La Corona ha sido un libro que me ha gustado, pero he tenido un serio problema con él, y ese problema es la protagonista. Eadlyn me dejó indiferente en La Heredera, ya que hubo momentos en los me pareció la persona más repelente del mundo y otros en los que actuaba con cierta madurez. Después de todo lo que sucedió en el cuarto libro, esperaba que en este libro actuara con un poco más de madurez y no se lo tuviera tan creído, pero no ha sido así. Mientras estaba leyendo este libro, me encontraba con cosas que pensaba Eadlyn un tanto preocupantes. Son constantes los "nadie en el mundo es más poderoso que yo" o situaciones en las que demuestra que es mejor que cualquiera que la rete, o incluso cuando nadie la reta, tiene que demostrar que es la mejor. Lo peor de todo es que cuando su madre se debate entre la vida y la muerte, ella no cambia de pensamiento y sigue alabándose a sí misma. Sin duda, no tiene nada que ver con América.
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